
Cuando se avecina la tormenta...el hombre tiene que romper las cadenas de la mediocridad; desplegar sus alas como águilas y elevarse hacia las alturas celestiales de la sabiduría.
Así como el sediento se precipita hacía el agua fresca y cristalina que cae de la fuente; así también aquellos amigos que visiten este espacio podrán saciar sus ansias de paz interior y buena literatura...Espero que este humilde blog pueda servirles de escudo contra las miserias de este mundo; lejos del miedo y la vulgaridad...Un verdadero bálsamo para sus penas...
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